
Día duro de trabajo, terminas tu jornada y te vas a casa. Al llegar, te da por consultar tu correo y ahí lo tienes: un email del jefe pidiéndote que hagas algo. Pues bien, en Francia esto pronto no será posible, y es que sindicatos y patronal han llegado a un acuerdo: si un trabajador recibe un correo a partir de las 6 de la tarde después de terminar su jornada, éste tendrá que ignorarlo. “Tendrá”, sí, como una obligación. Pretenden, de esta forma, liberar un poco a los trabajadores y permitir que éstos “desconecten”.
Según explica The Guardian, el acuerdo afecta a más de un millón de trabajadores del sector tecnológico y de consultoría (entre ellos Google, Facebook o Deloitte), aunque Slate desmiente la anterior información y aclara que tan sólo 250.000 tendrán que cumplir la nueva norma. Además del correo, dichos empleados tendrán que apagar sus teléfonos del trabajo durante dichas horas.
¿Y si hay alguna urgencia? “Podemos admitir trabajo extra en circunstancias excepcionales, pero debemos siempre volver a lo que es normal, que es desconectar, dejar de estar permanentemente en el trabajo”, dice uno de los impulsores de esta medida. En un mundo en el que casi todos vivimos siempre o casi siempre conectados, esto no va a ser sencillo. ¿Veremos cómo este tipo de normas, para conciliar el ámbito profesional con el personal, se implantan en otros países? ¿Es hora de hacerse francés? O, la gran pergunta: ¿serías capaz de cumplirlo?
Respecto a la hora límite, que en The Guardian fijaban para las 6 de la tarde, se trata una aproximación estándar basada en la jornada de trabajo francesa teniendo en cuenta el convenio de 35 horas semanales, aunque paradójicamente la “desconexión” no está pensada para estos empleados. Sí que se aplica, según aclara Slate, a aquellos que sigan el convenio de descanso de las 11 horas diarias (por el cual pueden trabajar hasta 13 horas restantes), que siguen ejecutivos y otro tipo de ingenieros o encargados en puestos de responsabilidad. Tampoco todos salen de trabajar a las 6 de la tarde y, si un trabajador sigue en el trabajo para entonces porque entra más tarde o porque trabaja en otros turnos, lógicamente no está obligado a dejar de responder el correo. Podéis leer el texto del acuerdo aquí (en francés).
Vía | The Guardian
Imagen | Esparta Palma